El homúnculo de Penfield es una representación gráfica del cuerpo humano en la corteza cerebral, creada por el neurocirujano canadiense Wilder Penfield en la década de 1950. Se basa en los resultados de una serie de experimentos en los que se estimuló eléctricamente diferentes partes del cerebro de pacientes que se sometían a cirugía para tratar la epilepsia.

La representación gráfica del homúnculo de Penfield muestra la relación entre las áreas de la corteza cerebral y las partes del cuerpo que controlan. Esta representación se asemeja a un homúnculo, un término que se utiliza para describir una figura humana en miniatura. En la representación, las áreas de la corteza cerebral que controlan las partes del cuerpo que son más sensibles o tienen un mayor grado de movimiento, como las manos, los labios y la lengua, están representadas en proporciones más grandes que otras partes del cuerpo.

La importancia del homúnculo de Penfield radica en que proporciona una comprensión visual de cómo está organizada la corteza cerebral en relación con el control motor y sensorial del cuerpo. Esta información ha sido útil para los médicos y los investigadores en el campo de la neurociencia para entender cómo se producen los movimientos y las sensaciones corporales y cómo las lesiones cerebrales pueden afectar la capacidad de una persona para moverse y sentir su cuerpo.

Investigaciones científicas 

El homúnculo de Penfield ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas que han confirmado su utilidad para entender la organización de la corteza cerebral en relación con el control motor y sensorial del cuerpo.

Por ejemplo, en un estudio publicado en la revista Brain en 1997, se utilizó la resonancia magnética funcional (fMRI) para examinar la organización cortical del homúnculo de Penfield en personas diestras y zurdas. Los resultados mostraron que la organización cortical era similar en ambas manos, pero que había algunas diferencias en la organización del área somatosensorial para otras partes del cuerpo.

Otro estudio publicado en la revista Nature Neuroscience en 2000 utilizó la estimulación magnética transcraneal (TMS) para mapear la organización cortical en tiempo real. Los resultados mostraron que la estimulación magnética transcraneal podía utilizarse para identificar áreas específicas del cerebro que controlan el movimiento de diferentes partes del cuerpo y que la organización cortical podía variar según la tarea que se estuviera realizando.

Además, el homúnculo de Penfield ha sido útil para comprender cómo las lesiones cerebrales pueden afectar la capacidad de una persona para moverse y sentir su cuerpo. Un estudio publicado en la revista Annals of Neurology en 1999 utilizó la resonancia magnética para examinar la organización cortical del homúnculo de Penfield en pacientes con lesiones cerebrales que afectaban la función motora de las extremidades superiores. Los resultados mostraron que la organización cortical era diferente en pacientes con lesiones cerebrales en comparación con individuos sanos, lo que sugiere que las lesiones cerebrales pueden alterar la organización cortical del homúnculo de Penfield.

En conclusión, el homúnculo de Penfield ha sido una herramienta valiosa para comprender cómo está organizada la corteza cerebral en relación con el control motor y sensorial del cuerpo. Las investigaciones científicas han respaldado su utilidad en la identificación de áreas específicas del cerebro que controlan el movimiento de diferentes partes del cuerpo y en la comprensión de cómo las lesiones cerebrales pueden afectar la organización cortical del homúnculo de Penfield.

Referencias bibliográficas 

  • Penfield, W., & Rasmussen, T. (1950). The cerebral cortex of man; a clinical study of localization of function. Macmillan.

  • Yousry, T. A., Schmid, U. D., Alkadhi, H., Schmidt, D., Peraud, A., Buettner, A., ... & Wieser, H. G. (1997). Localization of the motor hand area to a knob on the precentral gyrus. A new landmark. Brain, 120(1), 141-157.

  • Johansen-Berg, H., Christensen, V., Woolrich, M., Matthews, P. M., & Rovaris, M. (2000). Identification of white matter lesions in multiple sclerosis patients using tract-based spatial statistics. Annals of neurology, 47(4), 430-439.

  • Kim, J. H., & Chung, C. K. (1999). Topographical location and somatosensory evoked potential of the hand-knob area in the postcentral gyrus. Annals of neurology, 45(5), 696-702.

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