Cuando hablamos de politoxicomanía nos referimos a un trastorno caracterizado por el consumo simultáneo o secuencial de sustancias psicoactivas legales e ilegales, así como por la presencia de un trastorno mental que afecta la capacidad de controlar dicho consumo. En esta problemática, las personas suelen caer en diversas trampas psicológicas que dificultan su proceso de recuperación. Es importante comprender estas trampas para poder abordar adecuadamente este tipo de problemas de salud mental.
Trampa 1: Negación de la problemática
Una de las primeras trampas en las que caen las personas politoxicómanas es la negación de la magnitud del problema. Esta negación puede manifestarse de diversas formas, como minimizar la gravedad de su consumo o justificarlo como una forma de lidiar con el estrés o la ansiedad. Esta actitud de negación dificulta que la persona reconozca la necesidad de ayuda y se mantenga en un ciclo de consumo destructivo.
Efectos de la negación
La negación de la politoxicomanía impide que la persona tome conciencia de las consecuencias negativas de su consumo de sustancias. Esto puede llevar a un empeoramiento de su estado de salud física y mental, así como a conflictos interpersonales y dificultades laborales. Además, la negación también obstaculiza el acceso a tratamientos adecuados, prolongando el sufrimiento y la incapacidad para salir de la adicción.
Trampa 2: Autoengaño y racionalizaciones
Otra trampa común en las personas politoxicómanas es el autoengaño y las racionalizaciones que utilizan para justificar su consumo. Pueden recurrir a argumentos como "puedo controlarlo", "necesito la sustancia para funcionar" o "solo lo hago de vez en cuando". Estas justificaciones falsas refuerzan la conducta adictiva y dificultan el reconocimiento de la necesidad de cambio.
Consecuencias del autoengaño
El autoengaño en la politoxicomanía alimenta la ilusión de control sobre el consumo de sustancias, cuando en realidad es la adicción la que está controlando a la persona. Este mecanismo defensivo impide que el individuo identifique las señales de alarma que indican la presencia de un problema grave. Además, el autoengaño puede generar sentimientos de culpa y vergüenza, contribuyendo a un deterioro de la autoestima y la salud mental.
Trampa 3: Dependencia emocional de las sustancias
La dependencia emocional de las sustancias es otra trampa psicológica en la politoxicomanía. Las personas pueden recurrir al consumo de drogas o alcohol como una forma de afrontar sus emociones difíciles o como una vía de escape ante situaciones estresantes. Esta dependencia emocional crea un círculo vicioso en el que la persona busca constantemente la sustancia para regular su estado emocional, sin poder desarrollar estrategias saludables de afrontamiento.
Impacto de la dependencia emocional
La dependencia emocional de las sustancias en la politoxicomanía genera una falsa sensación de alivio temporal, pero que a largo plazo agrava los problemas emocionales subyacentes. Esta trampa psicológica refuerza la asociación entre consumo de sustancias y regulación emocional, dificultando la adopción de alternativas más saludables y sostenibles. Asimismo, la dependencia emocional puede contribuir a la aparición de trastornos mentales coexistentes, como la depresión o la ansiedad.
Trampa 4: Creencias limitantes sobre la recuperación
Otra trampa común en las personas politoxicómanas son las creencias limitantes sobre la posibilidad de recuperación. Pueden pensar que no merecen una vida libre de adicciones, que no son capaces de cambiar o que el proceso de rehabilitación es demasiado difícil. Estas creencias negativas actúan como barreras psicológicas que obstaculizan el proceso de recuperación y refuerzan la sensación de indefensión y desesperanza.
Superando las creencias limitantes
Para superar las creencias limitantes en la politoxicomanía, es fundamental trabajar en el fortalecimiento de la autoestima y la confianza en las habilidades personales. Es importante que la persona reciba apoyo psicológico y emocional para desafiar estas creencias negativas y desarrollar una actitud más positiva hacia la recuperación. Cambiar el diálogo interno y fomentar la esperanza en un futuro sin adicciones son pasos clave para romper esta trampa psicológica.
Trampa 5: Resistencia al cambio y recaídas
La resistencia al cambio es una trampa psicológica frecuente en las personas politoxicómanas. A pesar de reconocer la necesidad de abandonar el consumo de sustancias, pueden experimentar miedo al cambio, temor a enfrentar sus emociones sin la ayuda de las drogas o dudas sobre su capacidad para mantenerse sobrios. Esta resistencia puede derivar en recaídas, que son parte común del proceso de recuperación, pero que pueden generar sentimientos de fracaso y desmotivación.
Gestión de la resistencia al cambio
Para gestionar la resistencia al cambio en la politoxicomanía, es fundamental trabajar en la aceptación de la enfermedad y en el desarrollo de estrategias de afrontamiento ante las situaciones de riesgo. Es importante que la persona cuente con un sistema de apoyo sólido, que incluya profesionales de la salud mental, familiares y amigos, que le brinden el respaldo necesario para superar las dificultades y mantenerse firme en su proceso de recuperación. La recaída no debe ser vista como un fracaso, sino como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
En conclusión, las trampas psicológicas en las que caen las personas politoxicómanas pueden dificultar su proceso de recuperación y perpetuar su ciclo de adicción. Es fundamental identificar y abordar estas trampas de manera integral, a través de un enfoque terapéutico que contemple tanto el aspecto emocional como el cognitivo de la adicción. Con el apoyo adecuado y el compromiso personal, es posible superar estas trampas y avanzar hacia una vida libre de adicciones y de sufrimiento.