Cuando la emisión de heces es más involuntaria que intencionada suele ir asociada a estreñimiento, ventosidades y retención con el rebosamiento consiguiente. El estreñimiento puede producirse por razones psicológicas (p. ej., ansiedad al defecar en un lugar concreto o un patrón más general de ansiedad o de comportamiento negativista), lo que conduce a una evitación de la defecación. Las predisposiciones fisiológicas al estreñimiento incluyen la deshidratación asociada a una enfermedad febril, el hipotiroidismo o el efecto secundario de una medicación. Una vez establecido el estreñimiento, puede complicarse por una fisura anal, defecación dolorosa y retención fecal posterior. La consistencia de las heces puede variar. En algunos niños son de consistencia normal o casi normal. En otros son líquidas, concretamente cuando existe una incontinencia por rebosamiento, secundaria a una retención fecal.
El niño con encopresis suele sentirse avergonzado y puede desear evitar las situaciones (p. ej., campamento o escuela) que pudieran producirle embarazo. La importancia de la alteración depende de su efecto sobre la autoestima del niño, el grado de ostracismo social determinado por los compañeros y la cólera, el castigo y el rechazo manifestados por los cuidadores. El embadurnamiento con heces puede ser deliberado o accidental, resultando del intento del niño por limpiar u ocultar las heces que expulsó involuntariamente. Cuando la incontinencia es claramente deliberada, cabe observar características del trastorno desafiante o de trastorno disocial. Muchos niños con encopresis presentan también enuresis.
La encopresis no se diagnostica hasta que un niño ha alcanzado una edad cronológica de por lo menos 4 años. Un adiestramiento del control de esfínteres inadecuado e incoherente y el estrés psicosocial (p. ej., entrar en la escuela o el nacimiento de un hermano) pueden ser factores predisponentes.
Tratamientos
Los tratamientos utilizados en la encopresis son de tipo médico, psicológico y mixto (médico-psicológico).
El tratamiento médico consiste en el uso de la imipramina que se combina con otros tratamientos. En el caso de la encopresis por estreñimiento se utilizan enemas o laxantes para descongestionar el colon y que el intestino pueda volver a su normalidad.
Entre los abordajes psicológicos, destacamos:
-Técnicas de reforzamiento.
-Técnicas para disminuir la ansiedad y la fobia a la defecación.
-Entrenamiento y psicoeducación con los padres.