La acatisia es un término que proviene del griego y significa "falta de descanso". En el ámbito de la psiquiatría y la psicología, se refiere a un síndrome que se caracteriza por la presencia de agitación psicomotora, es decir, una intensa sensación de inquietud interna que se manifiesta a nivel físico. Esta condición puede ser sumamente angustiante para quienes la experimentan, ya que se manifiesta en forma de una necesidad imperiosa de moverse constantemente, incapacidad para permanecer quieto y sensación de malestar emocional.

¿Qué es la acatisia?

La acatisia se presenta comúnmente como un efecto secundario de ciertos medicamentos psicotrópicos, aunque también puede ser un síntoma de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Esta condición puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más prevalente en adultos mayores y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.

Síntomas de la acatisia

Los síntomas de la acatisia pueden variar en intensidad y presentación, pero las manifestaciones más comunes incluyen:

  • Inquietud constante: La sensación de agitación interna hace que la persona afectada sienta una necesidad imperiosa de moverse, lo cual puede manifestarse en la incapacidad para permanecer sentado o quieto.
  • Dificultad para relajarse: Quienes experimentan acatisia suelen tener dificultades para relajarse o conciliar el sueño, lo que puede provocar irritabilidad y ansiedad.
  • Malestar emocional: La sensación de inquietud constante puede desencadenar emociones negativas como irritabilidad, frustración o desesperación.
  • Compulsión por moverse: La persona afectada puede sentir una compulsión por moverse constantemente, lo cual puede manifestarse en caminar de un lado a otro, balancearse o cambiar de posición repetidamente.

Causas de la acatisia

La acatisia puede tener diversas causas, siendo las más frecuentes las siguientes:

  • Medicamentos psicotrópicos: La acatisia es un efecto secundario común de ciertos medicamentos utilizados en el tratamiento de trastornos psiquiátricos, como antipsicóticos y antidepresivos. Estos fármacos pueden alterar el equilibrio de neurotransmisores en el cerebro, lo que a su vez puede desencadenar síntomas de acatisia.
  • Trastornos psiquiátricos: La acatisia también puede ser un síntoma de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno de estrés postraumático. En estos casos, la agitación psicomotora puede estar relacionada con la alteración de la función cerebral característica de dichos trastornos.
  • Factores genéticos: Algunas investigaciones sugieren que ciertas variaciones genéticas pueden predisponer a algunas personas a desarrollar acatisia en respuesta a ciertos estímulos, como el uso de ciertos medicamentos.
  • Factores ambientales: Factores como el estrés crónico, la exposición a situaciones traumáticas o el abuso de sustancias pueden contribuir al desarrollo de acatisia en algunas personas.

En resumen, la acatisia es un síndrome caracterizado por la agitación psicomotora, que puede manifestarse como una sensación persistente de inquietud interna, dificultad para relajarse, malestar emocional y compulsión por moverse constantemente. Esta condición puede ser desencadenada por el uso de ciertos medicamentos psicotrópicos, trastornos psiquiátricos, factores genéticos o ambientales.