Los miedos son una parte natural del desarrollo de nuestros hijos e hijas. Es normal que experimenten temores a lo desconocido, a la oscuridad, a los ruidos fuertes o a separarse de sus padres. Sin embargo, como padres y madres, podemos desempeñar un papel crucial en ayudarles a enfrentar y superar estos miedos de manera saludable. A continuación, te presentamos 7 pautas que puedes seguir para apoyar a tus hijos e hijas en este proceso.
1. Escucha activa y validez emocional
Es fundamental mostrar empatía y comprensión cuando nuestros hijos expresan sus miedos. Escucha activamente lo que tienen que decir, valida sus emociones y evita minimizar o ridiculizar sus temores. Hazles saber que es normal sentir miedo y que están seguros de expresar sus emociones contigo.
Consejo práctico:
Repite sus palabras para mostrar que entiendes cómo se sienten. Por ejemplo, "Entiendo que te sientes asustado/a cuando escuchas ese ruido. ¿Qué podemos hacer juntos para sentirnos mejor?"
2. Fomentar la comunicación abierta
Crear un ambiente en el que tus hijos se sientan cómodos hablando sobre sus miedos es esencial para ayudarles a superarlos. Anima a tus hijos a expresar lo que sienten y a hacer preguntas sin juzgar. La comunicación abierta fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos y les brinda un espacio seguro para compartir sus preocupaciones.
Consejo práctico:
Establece momentos diarios para conversar en familia, donde todos tengan la oportunidad de expresar sus sentimientos y miedos. Escucha con atención y sin interrumpir, mostrando interés genuino en lo que tus hijos tienen que decir.
3. Enfrentar los miedos de manera gradual
Ayuda a tus hijos a enfrentar sus miedos de forma progresiva y estructurada. No los obligues a enfrentar situaciones aterradoras de golpe, sino que acompáñalos en pequeños pasos que les permitan sentirse seguros y lograr pequeños éxitos. La exposición gradual a lo que temen les ayudará a desarrollar habilidades para gestionar su ansiedad.
Consejo práctico:
Si tu hijo tiene miedo a los perros, por ejemplo, comienza por mostrarle fotos de perros, luego acércate a perros pequeños en el parque y finalmente considera la posibilidad de interactuar con un perro amigable bajo supervisión.
4. Promover el pensamiento positivo
Enseña a tus hijos a replantear sus pensamientos negativos y a enfocarse en aspectos más positivos de las situaciones que les generan miedo. Ayúdales a identificar pensamientos catastróficos y a reemplazarlos por pensamientos realistas y constructivos. Fomentar el pensamiento positivo les permitirá afrontar sus miedos con una actitud más optimista.
Consejo práctico:
Desafía junto a tus hijos sus pensamientos negativos. Por ejemplo, si dicen "Si voy solo/a al colegio, algo malo va a pasar", pregúntales si hay otras veces en las que han ido solos/as y todo ha salido bien. Ayúdales a encontrar evidencia que contradiga sus pensamientos catastrofistas.
5. Modelar una actitud tranquila frente a los miedos
Los niños y niñas aprenden mucho observando el comportamiento de sus padres. Es importante que como modelos a seguir, mostremos una actitud tranquila y segura frente a nuestras propias situaciones temerosas. Evita transmitirles tus propios miedos de manera exagerada y demuestra cómo afrontas y superas tus propias preocupaciones.
Consejo práctico:
Comparte con tus hijos cómo manejas tus propios miedos de forma positiva. Por ejemplo, si sientes ansiedad al hablar en público, explícales las estrategias que empleas para calmarte antes de una presentación y cómo te sientes después de superar ese reto.
6. Proporcionar seguridad y apoyo constante
Crear un ambiente familiar seguro y afectuoso es fundamental para que tus hijos se sientan protegidos y apoyados en el proceso de enfrentar sus miedos. Bríndales seguridad emocional, física y afectiva, asegurándoles que siempre estarás ahí para acompañarlos y cuidarlos en cualquier circunstancia.
Consejo práctico:
Crea rutinas familiares estables que brinden seguridad a tus hijos, como horarios para comer, dormir y jugar. Establece normas claras y coherentes que les permitan saber qué esperar y cómo comportarse en diferentes situaciones.
7. Apoyarse en profesionales si es necesario
Si los miedos de tus hijos interfieren significativamente en su vida diaria, afectando su bienestar emocional, social o académico, es importante buscar ayuda profesional. Los psicólogos infantiles y terapeutas especializados en niños están capacitados para trabajar con los miedos infantiles y pueden ofrecer estrategias y técnicas específicas para superarlos de manera efectiva.
Consejo práctico:
Consulta con un profesional de la salud mental si notas que los miedos de tu hijo persisten o se intensifican con el tiempo, si afectan su calidad de vida o si presentan otros síntomas como cambios de conducta o dificultades para dormir.
En conclusión, los miedos son una parte natural del desarrollo infantil y como padres podemos desempeñar un rol fundamental en ayudar a nuestros hijos a superarlos de manera positiva. Con empatía, comunicación abierta, exposición gradual y apoyo constante, podemos brindarles las herramientas necesarias para afrontar y manejar sus miedos de forma saludable. Recuerda que cada niño es único y que el proceso de superar los miedos puede llevar tiempo, paciencia y amor incondicional.