Sentir que todo da vueltas, perder la sensación de estabilidad o temer desmayarte puede resultar profundamente angustiante. El mareo por ansiedad es uno de los síntomas físicos más frecuentes del estrés, y aunque puede asustar, tiene una explicación psicológica y fisiológica. La terapia online ofrece un espacio accesible y eficaz para comprender este fenómeno y recuperar la calma desde tu propio entorno.
¿Por qué la ansiedad provoca mareos?
Cuando estamos ansiosos, el cuerpo se activa como si existiera una amenaza real. Esta activación prepara al organismo para huir o defenderse, pero en ausencia de un peligro físico, genera alteraciones fisiológicas que se perciben como extrañas: hiperventilación, tensión muscular o sensación de inestabilidad.
En el artículo “Estrés y salud física” se explica cómo esta activación prolongada del sistema nervioso puede alterar el equilibrio corporal y producir mareos, visión borrosa o sensación de flotar.
El mareo, en este contexto, no indica un problema neurológico o cardíaco, sino una respuesta del cuerpo al exceso de ansiedad. Sin embargo, el miedo a sentirlo puede intensificarlo, creando un círculo de hipervigilancia y preocupación.
El círculo del mareo y el miedo
Muchas personas que experimentan mareos por ansiedad desarrollan una ansiedad anticipatoria: temen marearse de nuevo y evitan situaciones como conducir, ir al supermercado o permanecer de pie. Este miedo genera más tensión y, paradójicamente, más mareo.
En “Ansiedad anticipatoria: tratamiento y manejo” se describe cómo este patrón de evitación puede romperse a través de la exposición gradual y la aceptación del síntoma, sin intentar eliminarlo a la fuerza.
Comprender que el mareo es una señal de sobreactivación y no de peligro es un paso fundamental para recuperar la seguridad corporal.
Cómo ayuda la terapia online al mareo por ansiedad
La terapia psicológica online ofrece la posibilidad de trabajar desde casa, en un entorno conocido, lo que resulta especialmente útil cuando la sensación de inestabilidad genera miedo a salir o desplazarse. A través de videollamadas, ejercicios guiados y recursos digitales, el terapeuta te acompaña a:
- Identificar los momentos y pensamientos que disparan el mareo.
- Aprender técnicas de respiración y regulación corporal que estabilizan el sistema nervioso.
- Reconocer y desafiar los pensamientos catastrofistas asociados (“me voy a desmayar”, “me está pasando algo grave”).
- Practicar la aceptación corporal y la exposición progresiva.
El artículo “Mindfulness y ansiedad: beneficios y prácticas” explica cómo el entrenamiento en atención plena permite reconectar con el cuerpo sin miedo, ayudando a disminuir la tensión interna que alimenta los mareos.
Terapias eficaces: TCC, ACT y mindfulness
Los enfoques más eficaces para tratar el mareo por ansiedad incluyen la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y el mindfulness. Cada una aborda el síntoma desde una perspectiva complementaria:
- TCC: trabaja los pensamientos irracionales y la interpretación del mareo como una amenaza.
- ACT: promueve aceptar las sensaciones sin resistencia, reduciendo la lucha interna. (Terapia de Aceptación y Compromiso: principios y características).
- Mindfulness: ayuda a observar el presente sin reaccionar, calmando la mente y el cuerpo simultáneamente.
Ejercicio práctico: reconecta con el suelo
Un ejercicio sencillo para practicar cuando sientas mareo es el grounding corporal o “anclaje”. Sitúate de pie o sentado, apoya los pies firmemente en el suelo y lleva tu atención a las sensaciones de contacto. Observa cómo el suelo te sostiene. Inhala despacio por la nariz y exhala lentamente por la boca, soltando la tensión del cuello y los hombros. En unos minutos, notarás cómo el cuerpo recupera estabilidad.
Estas prácticas, combinadas con el acompañamiento terapéutico, ayudan a reducir la sensibilidad al síntoma y a recuperar la confianza corporal.
El cuerpo también necesita calma emocional
El mareo no solo tiene un origen fisiológico, sino también emocional. Suele aparecer en etapas de sobrecarga, cuando el cuerpo “dice basta”. A través de la terapia online, puedes aprender a reconocer esas señales de agotamiento antes de que se conviertan en síntomas físicos más intensos.
El artículo “Estrés crónico y fatiga emocional” profundiza en cómo el cuerpo expresa lo que la mente no siempre puede verbalizar.
Ejemplo real: cuando el miedo al mareo desaparece
Elena, 35 años, comenzó a sentir mareos después de un periodo de gran presión laboral. Cada vez que subía al metro, temía desmayarse. En terapia online aprendió a identificar las señales de ansiedad, a respirar con calma y a interpretar los síntomas como una respuesta temporal del cuerpo. Poco a poco, volvió a desplazarse con tranquilidad y a recuperar su vida cotidiana.
Conclusión: tu cuerpo no te traiciona, te avisa
El mareo por ansiedad es una llamada del cuerpo que pide descanso y regulación. No significa enfermedad, sino saturación. A través de la terapia online, puedes aprender a escucharte, a soltar el miedo al síntoma y a confiar de nuevo en tu equilibrio natural. Recuperar la estabilidad empieza cuando dejas de luchar contra tu cuerpo y comienzas a comprenderlo.
