Mantener un estilo de vida saludable no solo sirve para cuidarnos en el plano físico, sino también en el mental. Tu cerebro necesita estar en perfecta forma, para lo cual debes mantenerlo activo y dedicarle la atención que merece, como órgano fundamental de tu organismo que es, responsable de tantas funciones esenciales. De esta forma, conseguirás evitar o retrasar el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Por supuesto, para el óptimo cuidado de nuestro cerebro es fundamental la alimentación, el cuidado de la salud, prescindir de hábitos tóxicos (como fumar o consumir alcohol en exceso) y hacer ejercicio a diario. Más allá de eso, existen una serie de ejercicios muy útiles para mantenerse activo intelectualmente, que podemos poner en práctica y que nos ayudarán a mantener un correcto funcionamiento de este órgano. Toma buena nota:
10 ejercicios para cuidar nuestro cerebro
- Leer libros, revistas o periódicos a diario. Leer es de las actividades que más estimulan el cerebro.
- Escribir a mano: al escribir sobre papel, en lugar de utilizar el teclado del ordenador, se activan tres regiones de nuestro cerebro: el área motora, el área visual y el área cognitiva, además de activar los sentidos del tacto y del olfato.
- Realizar ejercicios de estimulación mental. Aprender nuevos juegos.
- Pasatiempos (juegos de palabras cruzadas, sopas de letras, crucigramas, sudokus, búsqueda de diferencias, etc.).
- Juegos de mesa (ajedrez, dominó, cartas, parchís, etc.).
- Acudir a eventos culturales o de entretenimiento (cine, teatro, conciertos, exposiciones, conferencias…).
- Meditar. trabajando la respiración y el control de las emociones. Cuando meditas, ejercitas tu capacidad de atención centrándola en una sola actividad. Previene el estrés y fomenta la disciplina, la confianza y la autoconciencia.
- Prestar atención a las actividades que se realizan, incluso las automáticas (“estoy apagando el gas”, “estoy cerrando la puerta con llave”, etc.).
- Cambio de rutinas. Revertir tareas sencillas, como lavarse los dientes con la otra mano, hacer las cosas en orden inverso, cambiar el reloj de muñeca o tomar un trayecto distinto para ir a nuestro lugar de destino. De esta forma, se obliga al cerebro a estar alerta y más activo.
- Fomentar tus hobbies, no los abandones. Es importante encontrar tiempo para tus aficiones.
- Realizar cálculos mentales y ejercicios de memorización (por ejemplo, el coste de la compra, memorizar números de teléfono…). Para entrenar la memoria, puedes leer un libro o ver una película y contársela a alguien, recordar lo que hiciste la semana pasada o la lista de la compra. También es útil repasar mentalmente al final del día lo que se ha hecho a lo largo de la jornada y lo que se va a hacer al día siguiente. También es muy recomendable cuidar los recuerdos que nos resultan confortables y que son significativos para nosotros, anclajes positivos muy útiles en nuestra vida.
- Aprender un idioma nuevo: es una actividad excelente para prevenir el envejecimiento de la mente. De esta forma amplías tu vocabulario, aprendes nuevas reglas y ejercitas la memoria.
- Aprender a tocar un instrumento musical: potencia las habilidades motoras y la coordinación a cualquier edad, influye en el bienestar emocional.