El concepto de apego se refiere al vínculo emocional que las personas establecen con sus padres o figuras cuidadoras en la infancia, que influirá en la relación con su entorno durante toda su vida. Existen diferentes tipos de apego (seguro, ansioso, evitativo y desorganizado) que determinan, cada uno de una forma, dicha relación.
Los estilos de apego inseguro (tanto ansioso como evitativo) aparecen como un factor para el desarrollo de determinadas psicopatologías. Entre otras, ansiedad y depresión, conductas adictivas, los trastornos alimentarios, el trastorno de estrés postraumático y el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Vamos a centrar este artículo en la relación del apego inseguro con este último trastorno.
¿Qué es el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)?
Se denomina así a un trastorno crónico de ansiedad intensa, que presenta obsesiones recurrentes o compulsiones que consumen excesivo tiempo, se viven con profundo malestar e interfieren causando problemas y deteriorando la vida cotidiana de las personas que lo padecen. Por ejemplo, puede encontrarse una preocupación exagerada por el orden, el perfeccionismo, la limpieza o el control, que no deja espacio para la flexibilidad. A menudo, las obsesiones pueden focalizarse en temáticas, como la agresión, la sexualidad, la religión, la enfermedad…
Suele manifestarse en la adolescencia. Vaya por delante que el estilo de apego es solo un factor en el desarrollo de este trastorno, en el que, además del ambiente, influyen factores genéticos, la biología cerebral, etc.
Implicaciones del apego inseguro en la construcción del trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
El apego inseguro se caracteriza por una mala regulación emocional, tanto en su forma ansiosa como evitativa. Este patrón se forma en personas que no han disfrutado de disponibilidad emocional por parte de sus padres, que no han sido capaces de responder a sus necesidades, que directamente las han ignorado o que han tenido unas relaciones caóticas e inestables.
El aumento de la vulnerabilidad psicopatológica relacionada con el TOC en las personas con un patrón de apego ansioso se produce, principalmente, mediante tres procesos:
- Desregulación emocional
- Hipervigilancia a las amenazas
- Sensación de incomprensión y falta de adaptación
La teoría, corroborada por diversas investigaciones, indica que las personas con apego ansioso utilizan estrategias hiperactivas de apego y regulan sus emociones a través de atención, apego y control.
Una regulación emocional deficiente, que impide la estabilidad, puede contribuir al desarrollo del TOC. El sistema de apego ansioso puede aumentar la disposición a la compulsión como forma de restaurar la seguridad, la atención a los pensamientos intrusivos que pueden convertirse en obsesiones.
El estilo de apego ansioso también presenta dificultad para eliminar pensamiento negativo y amenazantes, que son constantes en el TOC.
No obstante, algunas investigaciones han presentado una mayor correlación del estilo de apego evitativo con la obsesión. En este caso, el estilo de apego ha evolucionado a través de la inhibición y la distancia emocional, un mundo afectivo limitado en el que los niños no han visto satisfechas sus necesidades, se han sentido rechazados. Y, en consecuencia, se generan conductas de rechazo a la intimidad, aislamiento y distorsiones cognitivas. La situación de soledad se vive frecuentemente con estrés y puede llevar también al desarrollo de obsesiones para intentar llenar ese vacío, y que derivarán en compulsiones.
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