La ansiedad es un trastorno que tiene una enorme repercusión emocional. Influye de manera determinante en la aparición del sentimiento de culpabilidad y se relaciona directamente con la emoción social de la vergüenza.
Con frecuencia, los sentimientos de culpa irracional, que llevan a la persona a sentirse culpable constantemente, son consecuencia de la ansiedad.
En el caso de los sentimientos de vergüenza, personas con miedo exacerbado a exponer sus debilidades, se ha encontrado una mayor intensidad en personas con ansiedad.
Por otro lado, estas dos emociones se retroalimentan con la ansiedad creando un círculo vicioso.
Sentimientos de culpa en trastornos de ansiedad
La ansiedad escapa al control del individuo y provoca estados mentales de culpabilidad que agravan el sufrimiento.
Este trastorno puede dominar al individuo hasta un punto en el que llega a tergiversar la realidad. Así, la persona está convencida de hacerlo todo mal, de fallar y decepcionar a los demás. Incluso tiende a sentirse culpable de su propio estado de ansiedad.
La autoculpabilidad causada por la ansiedad acaba por potenciar a esta última en una interrelación muy nociva.
De hecho, el sentimiento de culpa puede generar ansiedad, depresión, estrés, aislamiento social… y afectar al bienestar general.
La culpa irracional como consecuencia de la ansiedad
Existen sentimientos de culpa ajustados a hechos puntuales que son naturales y que todos experimentamos a lo largo de la vida.
Sin embargo, en muchas ocasiones aparecen sentimientos de culpa irracionales que son producto de estados de ansiedad y de otros trastornos psicológicos (depresión, etc.).
Esta culpa irracional vinculada con la ansiedad puede provocar estados de autoflagelación psicológica, ya sea por las propias conductas realizadas, por determinados pensamientos o por sentimientos.
La pérdida de control ante el miedo provoca la culpa. Ser conscientes de que preocupan a los demás hace más intenso dicho sentimiento para las personas que lo padecen.
La relación entre los trastornos de ansiedad y los sentimientos de culpa ha sido corroborada por algunos estudios. Es el caso de una investigación llevada a cabo en 2013 por la Universidad sueca de Karolinska. Su objeto de trabajo fue el trastorno de ansiedad social. Dicho estudio también relacionó la vergüenza como un componente derivado del citado trastorno.
La vergüenza y su relación con la ansiedad
Aunque difiere de la culpa, la vergüenza comparte con esta su expresión como producto de la incapacidad de control sobre uno mismo y el consecuente malestar que provoca.
Se encuentra asociada a patologías como la ansiedad y la fobia social.
Los estudios han determinado que el sentimiento de vergüenza es más perjudicial en las personas con ansiedad que en las que no padecen este trastorno.
Este sentimiento de vergüenza tiene una función adaptativa, sin consecuencias negativas. Pero también puede alcanzar extremos patológicos y provocar mucho sufrimiento, con conductas de retraimiento, infravaloración, baja autoestima, inseguridad, miedo al fracaso, etc.
A su vez, la vergüenza lleva implícitas emociones como el miedo y la culpa. Y en casos acentuados puede conducir al desarrollo de ansiedad y depresión.
Es decir, que la vergüenza es más intensa en casos de ansiedad, pero, a su vez, es un factor generador de este trastorno.
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