En la era de las redes sociales y la constante exposición en línea, la práctica de tomar autorretratos, conocida como "selfie", se ha convertido en una actividad común entre personas de todas las edades. Sin embargo, en los últimos años ha surgido el término "selfitis" para describir supuestamente un trastorno mental relacionado con la obsesión por sacarse selfies de manera compulsiva. En este artículo, exploraremos a fondo este concepto y analizaremos si realmente la selfitis es un trastorno mental o simplemente una etiqueta exagerada.

Origen del término "Selfitis"

El término "selfitis" fue propuesto por primera vez en un artículo que circuló en internet en 2014, donde se afirmaba que la selfitis era una condición mental que consistía en la compulsión por sacarse selfies y publicarlas en redes sociales para obtener aprobación. Este artículo, que presentaba la selfitis como una enfermedad en proceso de ser reconocida por la comunidad médica, generó controversia y dio lugar a numerosos debates tanto en línea como fuera de ella.

Tipología de la Selfitis

A lo largo del tiempo, se han propuesto diferentes niveles de selfitis, categorizándola en tres niveles distintos según la frecuencia y la intensidad con la que se sacan selfies:

  • Nivel 1 - Borderline: En este nivel, las personas sienten la necesidad de sacarse selfies al menos tres veces al día, pero no las publican en redes sociales.
  • Nivel 2 - Aguda: Aquí, las personas sacan selfies y las publican en redes sociales para obtener aprobación y atención de otros.
  • Nivel 3 - Crónica: En el nivel más grave, la persona siente una compulsión incontrolable por sacarse selfies en todas las situaciones y las publica constantemente en redes sociales.

Críticas a la Selfitis como Trastorno Mental

A pesar de la popularidad del término "selfitis" y la creencia generalizada de que existe un problema real de salud mental detrás de la obsesión por sacarse selfies, varios expertos en psicología y psiquiatría han cuestionado la validez de esta categorización. Argumentan que la selfitis no cumple con los criterios diagnósticos de un trastorno mental genuino, como se describe en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría.

Factores Subyacentes a la Selfitis

En lugar de considerar la selfitis como un trastorno mental en sí mismo, muchos expertos sugieren que la obsesión por sacarse selfies puede estar relacionada con otros problemas subyacentes, como la baja autoestima, la ansiedad social o la necesidad de validación externa. En un mundo cada vez más digitalizado, donde la imagen personal y la aceptación en línea son valoradas con gran importancia, no es sorprendente que algunas personas busquen constantemente validación a través de la publicación de selfies en redes sociales.

El Papel de la Tecnología y las Redes Sociales

La tecnología y las redes sociales desempeñan un papel fundamental en la manera en que las personas interactúan consigo mismas y con los demás en la actualidad. Las plataformas como Instagram, Snapchat y Facebook han popularizado la práctica de compartir fotos de uno mismo, lo que ha contribuido a normalizar la actividad de sacarse selfies. Sin embargo, esta normalización también ha llevado a un aumento en la comparación social, la búsqueda de aprobación externa y la creación de una cultura en la que la imagen personal es crucial para la autoestima y la identidad.

Impacto Psicológico de las Selfies

Si bien tomarse selfies no necesariamente constituye un trastorno mental, su impacto en la salud mental y el bienestar emocional de las personas es un tema digno de discusión. Algunos estudios han encontrado una correlación entre la frecuencia de publicar selfies en redes sociales y la autoestima, la ansiedad y la depresión. La constante exposición a imágenes idealizadas de uno mismo y la comparación con los demás pueden generar sentimientos de insuficiencia, inseguridad y presión por mantener una imagen perfecta en línea.

Consejos para un Uso Saludable de las Redes Sociales

Si bien la práctica de sacarse selfies y compartir fotos en redes sociales es una actividad común y en muchos casos inofensiva, es importante mantener un equilibrio saludable en el uso de la tecnología y estar conscientes de cómo afecta nuestra salud mental. Algunos consejos para un uso saludable de las redes sociales incluyen:

  1. Autoconciencia: Reflexionar sobre nuestras motivaciones para sacarnos selfies y publicarlos en redes sociales.
  2. Límites: Establecer límites en cuanto al tiempo dedicado a las redes sociales y la frecuencia de publicación de selfies.
  3. Autoaceptación: Cultivar la autoaceptación y la confianza en uno mismo más allá de la imagen que proyectamos en línea.
  4. Conexiones reales: Priorizar las relaciones interpersonales y las conexiones reales fuera del mundo virtual.

Buscar Ayuda Profesional

Si sientes que tu relación con las redes sociales y la práctica de sacarte selfies está afectando negativamente tu bienestar emocional, no dudes en buscar ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta puede ayudarte a explorar las causas subyacentes de tu comportamiento y a desarrollar estrategias para fomentar una relación más saludable contigo mismo y con la tecnología.

En conclusión, la selfitis no debe ser considerada como un trastorno mental en sí mismo, sino más bien como un síntoma de problemas emocionales o psicológicos subyacentes. Es crucial reconocer la importancia de la autoestima, la autoaceptación y el cuidado de nuestra salud mental en un mundo cada vez más digitalizado y centrado en la imagen. La práctica de sacarse selfies puede ser una forma válida de expresión personal, pero es fundamental mantener un equilibrio saludable y buscar ayuda si sentimos que nuestra relación con la tecnología se está volviendo perjudicial para nuestro bienestar emocional.