¿Te has planteado abandonar una relación tóxica pero no sabes cómo? Este tipo de relación es fuente de sufrimiento, tensión y pérdida de energía. Muchas personas se encuentran con este grave problema y no aciertan a salir de él. Hoy en día, es motivo frecuente de consulta al psicólogo, a veces relacionado con la terapia de pareja, y es un tema que preocupa a la gente de la calle. Si es tu caso, te damos algunas claves que te ayudarán a abandonar una relación tóxica.
Primer paso: detectar el problema
En primer lugar, necesitas detectar si realmente estás dentro de una relación tóxica. Algunos de los puntos que te servirán para identificarla con los siguientes:
- Si la otra persona te humilla, te hace sentir mal y que no estás a la altura.
- Si no se tiene en cuenta tu punto de vista y siempre acabas cediendo.
- Si no disfrutáis juntos y tienes miedo de proponer actividades por miedo a molestarle.
- Si ya no eres capaz de mostrarte tal como eres, con naturalidad, no te sientes libre.
- Si no recibes apoyo por parte de la otra persona, sino todo lo contrario, y sientes que no creces.
- Si la otra persona te domina, incluso tu vida social, controla tu agenda y con quién puedes verte.
- Si debido a tu relación sientes menoscabada tu autoestima y tu energía.
Acéptalo y toma la decisión
Una vez detectado el problema, debes asumir y aceptar que vives una relación tóxica, que te está haciendo daño y que prolongándola sales perdiendo a nivel personal mucho más de lo que ganas. Por lo tanto, es necesario abandonar esa relación, salir del círculo vicioso antes de que te haga más daño.
Corta la relación sin vuelta atrás
Esa persona es agua pasada, abandonar una relación tóxica requiere determinación y firmeza. Cuando se ha vivido una relación tóxica, no tiene sentido perder tiempo en reconciliaciones que van a acabar haciéndote más daño. Debes mostrarte firme y encararte hacia el futuro.
Refuerza tu autoestima
Si hemos tenido la experiencia de una relación tóxica, nuestra autoestima se habrá visto afectada, por lo que es preciso recomponerla y estimularla.
Por fin ha llegado tu momento, aprende a quererte mejor
Después de una época de sometimiento, debes cuidarte, mimarte y pensar en ti, en beneficio de tu salud física y psíquica. Es tu momento, debes dar salida a esas ilusiones que han estado reprimidas. No te quedes con las ganas.
No tengas miedo a la soledad
En ocasiones, ciertos estereotipos sociales nos hacen huir de la soledad. Se la relaciona con conceptos como el fracaso o la tristeza. Pero nada más lejos de la realidad. La soledad puede ser una oportunidad en muchos sentidos, sobre todo si acabamos de sufrir una relación tóxica. Experiméntala y deja que la vida siga su curso.
No tengas miedo a cambiar
Cuando una relación termina, una etapa se cierra, pero también se abre una ventana de posibilidades. El cambio siempre nos hace aprender. Hay que aceptarlo como algo positivo que tenemos a nuestro servicio para seguir creciendo en lo personal.
Proponte nuevos objetivos
La mala experiencia pasada debe servir para aprender de los errores. A partir de ahora se abre un nuevo camino en el que debes marcar tus propios objetivos, ya sea en el plano social, personal, laboral, etc.
No dudes en pedir ayuda
Abandonar una relación tóxica puede ser un proceso complicado. A veces, recorrer este camino se hace muy difícil sin un apoyo. Pedir ayuda a profesionales de la Psicología puede ser la mejor medida para reconocer el problema y saber cómo manejarlo, aprender a trabajar tu autoestima, tus inseguridades, tu resistencia al cambio, miedos irracionales, asertividad y otros aspectos clave para tu vida social-relacional.
¿Te has decidido a abandonar una relación tóxica? ¿Eres consciente del problema, pero no te atreves a tomar la iniciativa? ¿Te asusta la soledad? ¿Acabas de salir de una experiencia así y no sabes cómo remontar el vuelo?
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