La desesperanza creativa es una estrategia clave en las nuevas terapias psicológicas de tercera generación, especialmente en las terapias de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés).
Esta herramienta psicoterapéutica supone aceptar la realidad, asumir los hechos que causan angustia y sufrimiento. Para ello, debe dejar atrás las estrategias de resistencia y de evitación de los síntomas, asumiendo la desesperanza como una experiencia que pueda abrir nuevas alternativas de actuación.
La desesperanza creativa, una puerta abierta a la superación del malestar
Con frecuencia, nuestras propias conductas de evitación del sufrimiento nos abocan a una desesperación todavía mayor y a magnificar el problema original.
No hay vida sin dolor, esta no puede ser perfecta. Tus esfuerzos por combatir el dolor consumen tu energía y te desesperan, sin lograr superar el problema. Al final se convierten en un círculo vicioso que solo genera mayor malestar
Para entenderlo mejor, podemos recurrir a la metáfora de Hayes et al., (1999): una persona a la que vendaron los ojos y que cayó en un hoyo con una pala. Lo único que hace es cavar y cavar con la pala para salir, con gran esfuerzo… y cada vez se encuentra en un hoyo más profundo.
Ante esta situación, llega un momento en que todo ese esfuerzo baldío debe ser eliminado y dejar un espacio para encontrar una nueva vía. Ahora, sin la venda en los ojos, puede responder de manera diferente y buscar otras alternativas. Quizá usar la pala de otra forma, esperar a que pase alguien que pueda ayudarle o pedir auxilio.
Esto es lo que se conoce como la desesperanza creativa, un nuevo estado que puede servir para promover cambios y favorecer conductas más adaptativas. Por eso es creativa porque, partiendo de la aceptación de la desesperanza, puede generar nuevas oportunidades y la armonía interior adecuada para aprovecharlas.
La persona no pierde la esperanza de volver a ser feliz, sino que su desesperanza debe enfocarse hacia las estrategias de eliminación del malestar que lleva utilizando sin éxito tanto tiempo.
Esta desesperanza nos ayuda a tomar distancia e intentar algo diferente para adaptarnos mejor. Puede funcionar como un revulsivo, una oportunidad para relacionarse con el mundo de manera diferente.
Objetivos de la desesperanza creativa en psicoterapia
La persona llega a consulta con todo un bagaje de distorsiones cognitivas, barreras, obsesiones, angustias, etc.
Para conseguir que la persona salga con una perspectiva un poco más esperanzada, un escalón sobre el que impulsarse va a ser la esperanza creativa.
- En primer lugar, debemos conseguir que la persona acepte las experiencias negativas que se encuentran en su interior y que no puede controlar. Asumir los intentos fallidos, dejar atrás huidas y obsesiones para abrazar la desesperanza y encontrar otros caminos.
- A partir de ahí, comienza la reorientación de la persona a través del diálogo para conseguir hallar otras salidas u opciones en las que encuentre un refuerzo positivo y una esperanza verdadera.
- Es imprescindible que la persona entienda que ese malestar que ha dejado atrás ya no le sirve. Sin embargo, la desesperanza creativa puede funcionar como un impulso para encontrar nuevos caminos más luminosos y estimulantes.
La desesperanza creativa se utiliza en la primera fase de la terapia de aceptación y compromiso.
Tres aspectos centrales de la desesperanza creativa
- Valores: esta estrategia te permite reconectar con tus propios valores, aquellos que dejaste de lado para intentar eliminar emociones y pensamientos dolorosos.
- Exposición: es imprescindible que la persona acepte exponerse a sus propios sentimientos de dolor, confusión, malestar, etc. Para sentirlos en su cuerpo y poder registrarlos en la mente para aprender a no sentir miedo.
- Desactivación de funciones y distanciamiento: las elaboraciones cognitivas que habías construido en la lucha contra tu malestar se desactivan. Ya no puedes seguir pensando como antes. Ahora tienes una nueva perspectiva y unas nuevas opciones.
Puedes solicitar cita previa para tratamiento aquí.