La infidelidad es una de las causas más comunes de las crisis de pareja. Se calcula que, aproximadamente, la mitad de las terapias de pareja vienen originadas por la infidelidad de uno de sus miembros.
Como sabemos, existen diferentes planteamientos: para algunas personas perdonar una infidelidad y recobrar la confianza en la pareja es misión imposible, mientras que otras lo verán más factible. Sin duda, es una situación muy dolorosa.
Pero si la pareja acude a terapia es de suponer que existe un deseo por ambas partes de encauzar la relación, por lo que un episodio de infidelidad puede acabar reforzándola, por extraño que parezca. Ahora bien, el proceso debe gestionarse de forma adecuada y tiene un alto coste emocional. Por ello, es muy recomendable la ayuda profesional de una figura externa.
La situación de infidelidad desde el punto de vista de la persona que se siente engañada
Por nuestra experiencia en consulta, la persona que ha sido traicionada expresa un sentimiento profundo de dolor y rabia, sobre todo si no había problemas de pareja y no existían indicios que la hicieran sospechar del engaño.
En no pocas ocasiones, alguien dispuesto a perdonar se siente desbordado por presiones sociales y morales que le empujan a romper, por lo que aumenta la ansiedad asociada a la situación.
Desde el punto de vista terapéutico es imprescindible evitar el rencor, que no se haga crónico, ya que si es así es imposible superar el problema.
La situación de infidelidad desde el punto de vista de la persona infiel
Esta persona suele enfrentarse en mayor o menor medida a un sentimiento de culpabilidad. Por lo general, la actitud que manifiesta en terapia suele caracterizarse por estar a la defensiva.
¿Cómo puede ayudar la terapia de pareja?
Si existe ese deseo al que aludíamos antes, la intención sincera de arreglar las cosas, la terapia de pareja puede facilitar el proceso.
Es probable que las personas acudan a esta terapia buscando señalar al culpable más que encontrar soluciones. Ante esto, el psicólogo interviene siempre sin interferencias de tipo moral y, por descontado, sin tomar partido por ninguna de las dos partes.
10 pautas clave para afrontar una infidelidad y encauzar la relación
- No reaccionar en caliente. En un primer momento el enfado y la confusión pueden ser mayúsculos. No es el mejor momento para actuar, mejor esperar para poder asimilar y reaccionar de forma más meditada y ponderada.
- Expresa tus sentimientos. En un principio, ante tanto dolor y tristeza es fundamental desahogarse, sacar de dentro lo que sientes.
- Después del primer shock, es necesario hablar. Si piensas que hay algo que arreglar, hay que dar este paso: el diálogo es básico.
- Aclarar y acordar qué se espera de la relación en un futuro, con perspectiva. Puede que la infidelidad haya venido propiciada por algún desajuste. Puede también que las personas no sean compatibles y sea el momento de reconocerlo.
- Establecer un clima de sinceridad. Para reparar el daño y reconstruir es fundamental expresarse con sinceridad y comportarse con absoluta honestidad.
- Escuchar a la parte que se siente traicionada. Es preciso que se reconozca el daño causado y su malestar, y que existe un compromiso por ambas partes para conseguir repararlo.
- Superar sentimientos de culpabilidad y de victimismo. En el caso de la persona infiel la culpa debe ser reemplazada por un sentido de responsabilidad de cara al futuro, con disposición a subsanar el daño. En el caso de la persona engañada hay que superar el estado de víctima y examinar si ha podido contribuir al problema, aunque fuera sin darse cuenta. Es necesario que ambos compartan la responsabilidad de la relación.
- Escuchar a la persona infiel. Prestar atención a sus motivaciones, necesidades, deseos y carencias, comprender qué es lo que le ha llevado a cometer la infidelidad.
- No perderse con detalles de la infidelidad. Querer conocer hasta el menor detalle puede añadir más dolor y no es necesario.
- Reconstruir la confianza. La persona infiel es la principal encargada de esta difícil misión. Para ello, debe cumplir con una serie de requisitos: dejar de ver a la tercera persona, trabajar con lealtad para restaurar la confianza…
Se trata de un proceso largo y suele ser realmente difícil de superar, pero muchas personas lo han conseguido; bastantes de ellas recurriendo a ayuda profesional. Puedes solicitar cita previa para tratamiento aquí